Descripción
La empatía nos permite ser conscientes de los sentimientos de nuestros compañeros y compañeras de juego.
Este cuento es una herramienta valiosa para enseñar a los niños y niñas sobre su importancia dentro de la educación en valores.
«El ratoncito que se chinchaba a sí mismo» ilustra de manera ejemplar el valor de la empatía.
Además, nos muestra cómo la comunicación y el establecimiento de límites, como lo hizo la ratita Eva, son elementos clave para mantener relaciones sanas. Gracias a esta experiencia, el ratoncito Jorge descubrió otras formas de comunicarse.
Descubrió los juegos cooperativos, y como los juegos competitivos son útiles mientras solo usen la comparación como forma de mejorar, ya que si el objetivo es ganar, dejarán de disfrutar del juego. Esto también debe servir como reflexión a los padres y educadores, para que potencien que el éxito en el juego debe ser el disfrute, y no el ganar a otros. Esto es una buena forma de crear niños felices, y que luego se conviertan en adultos felices; que amen y disfruten lo que hacen.
